Amor

La primera poesía que llegó a mis manos siendo muy niña, la comparto con todo mi amor Y Cuando el amor os llame

Cuando el amor os llame, seguidle, aunque sus caminos sean agrestes y escarpados.

Y cuando sus alas os envuelvan, dejadle, aunque la espada oculta en su plumaje pueda heriros.

Y cuando os hable, creed en él, aunque su voz pueda destrozar vuestros sueños.

Como el viento devasta vuestros jardines.

Porque así como el amor os corona, así os crucifica. Así como os agranda, también os poda.

Así como asciende a lo más alto, acariciando vuestras más tiernas ramas, que se estremecen bajo el sol, así bajará hasta vuestras raíces y las sacudirá en un

abrazo con la tierra.

Os desgarra para desnudaros. Os cierne, para poder libraros de vuestras coberturas. Os pulveriza para volveros blancos. Os amasa, hasta volveros flexibles y dóciles.

Y os asigna luego a su fuego sagrado para que podáis convertiros en sagrado pan para la fiesta sagrada de Dios.

Todo esto hará el amor en vosotros, para que podáis conocer los secretos de vuestro corazón y convertiros, por ese conocimiento, en un pedazo del corazón

de la vida.

Si es vuestro miedo lo que os lleva a buscar solamente la paz y el placer del amor, entonces mejor cubrir vuestra desnudez y alejaos de sus umbrales hacia un mundo sin primavera en el cual reiréis, pero no con toda vuestra risa y lloraréis, pero no con todas vuestras lágrimas.

El amor no da nada más que a sí mismo, no toma nada más que de sí mismo. No posee ni es poseído.

Porque el amor es suficiente para el amor.

Cuando améis no debéis decir "Dios está en mi corazón", sino "estoy en el corazón de Dios".

Y no penséis que podréis dirigir el curso del amor, porque el amor, si os halla

dignos, dirigirá vuestro curso.

El amor no tiene más deseo que el de alcanzar su plenitud. Pero si amáis y habéis de tener deseos, que sean así: de diluiros en el amor y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche. De conocer el dolor por sentir

demasiada ternura.

De ser herido por la comprensión que se tiene del amor; y de sangrar de buena gana y alegremente.

De despertarse al alba con un corazón alado y dar gracias por otra jornada de amor.

De volver a casa al crepúsculo con gratitud, y luego dormirse con una plegaria

en el corazón por el bien amado, y con una canción de alabanza en los labios.....

El Profeta. Khalil Gibrán

Ai Hay ahí el amor, dice la canción que todos tenemos un amor que nos complica la vida....

Hablar, conocer del amor y sus expectativas implica un reconocimiento desde Si Mismo. La descripción del Amor la podemos identificar desde el Ideograma de Ai.

Los trazos...

El contenido...

El significado...

La practica.

Nosotros los humanos poseemos amor, ternura y la intención de hacer el bien. En el transcurso de nuestras vidas todo ello se llena de telarañas con las cosas materiales y con lo que la vida cotidiana nos presenta, pero la esencia del ser sigue siendo la misma, aunque más escondida. El ejemplo que siempre uso, es el de un bebé recién nacido: el bebé es… simplemente es… no juzga, ni condena, ni critica, simplemente es… pero el bebé tiene algo… ¡que cree en todo el mundo! Así, cuando tú pasas el bebé a alguien, ¿qué despierta en ti?... si recibes el bebé en tus manos, ¿Qué te despierta?... El bebé es todo lo que tú guardas, todo lo que tú escondes -esto en sentido espiritual-, el bebé es todo lo que tú has ocultado… ¿de dónde el bebé confía en todos?... ¿De dónde él saca esa entrega total?...

Es así, que si uno busca esa energía del ser, ese instante, y la puede tomar en sus manos y entregarla a alguien más, todo cambia. No estamos apelando a lo que el ser pretende ser, sino a lo que es, y a eso es a lo que el bebé invita. Al bebé no le importa si la persona es el criminal más malo que existe en el universo, a él no le importa… El bebé sabe que en su interior, hay una esencia y a eso, es a lo que él llama. Y de esa manera, el bebé es con nosotros… El nos trata en ese nivel, y como puedes ver, nosotros lo tratamos igual… ¿magia?

¡No!... es eso lo que somos, no importa quién creas que eres. Es esa la esencia que tenemos.

By Carlos

Canción de amor… hay amores

En las nubes cuando lloran… hay amores

Ay amor

En los besos a distancia… hay amores

En los ojos de las tortugas… hay amores

En el Higuerón cuando es escucha… hay amores

En toda la existencia… hay amores

© Momy

Y el proceso va…

El enamoramiento

J Flechazo

J Coqueteo

J Atracción

J Intimidad de la primera vez

J Lenguaje de sugestión… ¿…?

Y el proceso va… El enamoramiento… ¿Se han enamorado? ¿Alguna vez?, ¿Muchas veces?, ¿Conocen la diferencia entre enamoramiento, amor, pasión, atracción, seducción, conquista? ¿Saben qué significa la palabra amor? Lo que para mí en primera instancia era escribir una cartilla «como por seguir el proceso del enamoramiento hasta llegar a una separación y darnos cuenta que los estados financieros determinan nuestro nuevo camino», terminó convirtiéndose en un libro. Me parecía sencillo hablar de amor, tan fácil, para mí decir: nos enamoramos, nos casamos, nos separamos y nos conseguimos otro… me he dado cuenta de que no… queee… nooo… que me equivoqué… ¡qué error!… Estaba ciega antes de En las nubes cuando lloran… hay amores... Al ir investigando, escribiendo, ensayando y conociendo del tema por otros, me fui precisamente enamorando de él. Me fueron apareciendo amores… las flores comenzaron a esparcir su aroma impregnándome,… lo feo: como los desaires, las circunstancias adversas, los incumplimientos de otras personas, de pronto comenzaron en estos meses a parecerme bonitos, hasta constructivos, de pronto mis ojos comenzaron a brillar. No entendía que al empezar a hablar de amor, este se adheriría, se me pegaría y estamparía en mi piel, en mis sentimientos, en mis sueños. Tenía otro concepto de amor. Y tantas personas que hablan de amor… pues una más, ¿por qué no? no sobra un repaso de este tema que nos lleva a la locura de amar. Por estos últimos meses, toda la información que me rodea es acerca de esta palabra: enamoramiento. Me arriesgo a seguir hablando de él, una persona como yo, del común, que se arropa con sonrisas, con besos, con amor de seres que un día sintieron que tenían que cambiar y dar lo mejor de sí, para colaborar a otros que llevan en su espalda la tristeza, el estancamiento, los recuerdos amargos, la inestabilidad, el miedo; de tal manera que este conjunto de experiencias hace que esa palabra no me sea indiferente, pues sé que sin amor no se vive. ¿Se acuerdan que vamos al origen en una relación de pareja?

El enamoramiento es ese origen, de ahí, surge un buen acuerdo o un mal arreglo, eso: casémonos que en el camino arreglamos las maletas es un dicho que escucho con alguna frecuencia y vuelvo y me cuestiono ¿formar un hogar se puede hacer tan a la ligera? Buscando qué episodios contiene esa palabra, enamoramiento, llegué a la conclusión: Nos flechamos… Intervino el coqueteo… Algo de ese ser nos atrajo… Llegamos a la intimidad de la primera vez… Y el lenguaje de sugestión ¿qué tuvo que ver ahí?... Esta secuencia es la que nos guiará en ese desarrollo y metodología que he diseñado para seguir viviendo en el camino del amor… verán que es extensa esta propuesta sanadora y además preventiva, ya que es la que determina si nos seguimos amando o termínanos separados. Propongo que si en algún momento sienten la necesidad de escribir lo hagan… es la primera receta que formulo, le he puesto el nombre de Recetas ¡Ai! de la abuela Momy. Deseo que reconozcan cómo han sido sus emociones, y qué experiencias tengan con respecto al enamoramiento. No siempre serán dolorosas, sigamos este recorrido visto con ojos de amor y sentido con alma de humanidad. Nunca desperdiciemos el momento para decir “te amo”, dar una sonrisa, para capturar el amor que por naturaleza tiene ese ser. En los besos a distancia… hay amores…. No sólo se lo dedico al amor de mis amores: hay otros amores que nutren nuestra existencia: la Creación, la humanidad, la naturaleza, los hijos, la familia, los amigos, nuestras tareas, nosotros mismos, nuestro entorno, , , , y las pequeñas cosas a las cuales nos apegamos. Con el fin de coquetear, galantear, flirtear, enamorar, cortejar, seducir, cautivar, atraer su atención, el siguiente escrito lo he revelado utilizando entrevistas, propuestas sanadoras musicales, y aportes personales de cómo apoyarnos con un toque de amor.

En las nubes cuando lloran… hay amores J Flechazo Ese primer encuentro… esa contemplación… la magia… la parálisis… el corrientazooo… esa experiencia trascendente… esas mariposas en nuestro estómago… donde la piel se nos pone de gallina… pasamos saliva… nuestras miradas se confunden. Esta experiencia es algo inexplicable, nos toca, nos conmueve, nos lleva a otra esfera de pensamientos, sentires, obras y aconteceres inexplicables, misteriosos, hasta percibir que estamos en otra dimensión. Si no estoy mal, no es de todos los días. Es y fue un instante de humanidad. Una coplilla decía: Los zapatos me quedan chicos, las medias me dan calor y esos ojos que tú tienes me vuelven loquita de amor. La primera impresión: «dicen por ahí» es la que vale. ¿Objetivamente tenemos un criterio al respecto? ¿Sabemos qué modelo de hombre o mujer es el que nos gusta? Efectivamente es así de sencillo, ¿nos flechamos, o nos dejamos flechar? ¿Qué influye?... ¿La soledad?... ¿la crítica de la sociedad por no tener pareja? ¿La suerte de encontrar a primer golpe de vista la otra mitad? ¿El hombre de mis sueños? ¿La mujer que me da la talla? Criterios desde lo económico, lo social, lo político y lo cultural. Desde los gustos y disgustos, hasta la necesidad de llenar un vacío. ¿Será una aventura o nuestro flechazo perdurará hasta convertirse en amor? Se ha preguntado usted: ¿qué criterio, juicio, discernimiento, cordura, razonamiento, sensatez, sabiduría, razón tiene al escoger una pareja?... ¿En qué se ha basado su pareja al proponerle la relación?... ¿Qué afinidad han tenido en esta mutua experiencia?... Es así como todo comienza hasta llegar al límite de la separación o de la convivencia sana.

J Coqueteo Entre mis pensamientos, los pensamientos de otros, y los que surgen de la común-unión, he enfocado la música, como compañía para escribir este libro. Con historias personales, con experiencia de compositores, con conocimiento de profesores de la danza y con canciones que evocan cada suceso de esta experiencia de EL AMOR, EL AMOR, EL AMOR, cosa tan rara que cuando menos piensas, entra en tu cama. Es otro vibrar en otro ser, en otro son, en otros sentires, que nos permiten expresar ese acercamiento, esa complacencia, esa comunicación que es difícil explicar. Está en nuestra piel, en nuestros genes y en nuestra alma, a veces necesitamos de la música, de sonidos, letras, de poesía, de caramelos, muñecos de felpa, tarjetas de amor, de las caricias, para aceptar y expresar que estamos enamorados, en mí no hay palabras para decir ¡I love you!…¡Te amo!… nuestras células están vivas y nos llaman… Las entrevistas nos servirán como espejos velados, a lo mejor usted se refleje en ellos o tal vez le aporten claridad a su proceso de sanación. Algunas personas quisieron figurar con su propio nombre, otras en cambio se llamaron como alguna vez se quisieron llamar, y también aparecen personajes a los que yo misma les di nombre, aunque la historia es real, por respeto a su vivencia me pareció prudente cambiarlos. Lo que sí he procurado es no corregir ni alterar su experiencia. El valor que como testimonio aportan estos mensajes no tiene precio: salió de su alma, y sé que ha dejado huella en sus corazones. Lo que más admiré fue la disposición de entrega que tuvieron para ayudarme. Su participación ha permitido que este libro tenga vida. No solo los que figuran con nombre propio me han ayudado, alrededor de doscientas personas han intervenido con su aporte, unos con tildes y comas, otros con silencio y escucha, otros con juicio y crítica constructiva, otros con aplausos y caricias, otros pendientes de cuándo sale el libro, los que me piden autógrafo, prestos a ayudar para que éste bebé camine. Intervinieron también, correctores de estilo, de

En las nubes cuando lloran… hay amores edición, de promoción y publicidad, modelos como Boël y Shira, la tribu que me regalo el computador, mis amigos del Facebook aportando poesía, canciones y compañía, cientos de seres que me nutren diariamente. En conjunto es tanto la ayuda que recibo que lo llamo Comité Editorial de Cielo Cubierto de Amor. A todos besos y admiración por poner su nombre y su palabra, su conocimiento y su servicio, su amor. Camino contigo y con vosotros. ¿Qué tienen las mujeres, que a los hombres los hace salir de su postura varonil y dejarse ver ese lado coqueto, sexy, extrovertido? Para resolver esta inquietud he realizado unas entrevistas a los hombres que me acompañan en el diario vivir. Cabe anotar que las preguntas fueron realizadas por teléfono y en segundos, con el fin de no dejarlos pensar. ¿Cómo coquetea usted? Mauricio: la miro con interés, con ternura, con una sonrisa, y la cortejo. Alfredo: tuerzo mis ojos, la miro, con gestos, con palabras. Mario: palabras dulces, lo más importante el oído, es el órgano sexual más importante. José: le hablo, que piensa de la vida, mirándola qué responde y de ahí deduzco si quiero cortejarla. Sergio: yo no le coqueteo como tal, soy cortés, caballeroso, contemplo en lo que pueda necesitar, muestro interés en compartir, algunos piropos. Elber: la miro así con ojitos y les digo es la primera vez que veo que al planeta tierra le salen dos soles. Alejandro: soy más bien callado, las miro, las halago, pongo cara de yo no sé. Andrés: mirando, preguntando, echando flores, invito, las miro directamente. Francisco: ¿yo?… ¡que dura la pregunta!... con la mirada, con los gestos y si me gusta, de una vez le robo un beso.

Edgar: me muestro indiferente ante la persona, no llamo mucho la atención, dándome cuenta por terceros como es ella, que le atrae… para sorprenderla. Rescato de estas entrevistas la alegría y emoción que escuche en ellos, el impacto que produce hablar de algo tan sencillo, tan cotidiano y de pronto una pregunta de amor y las emociones cambian. Estas respuestas me dan pie para introducir una palabra: ritmo, aprovecharé sus sinónimos para manifestar abiertamente sucesos que veo con frecuencia en la relaciones de pareja. Por consiguiente, desde mi punto de vista, presento algunos compases de convivencia. A veces sin conocernos, sin aproximarnos, damos por hecho que amamos a una persona, a un ser sin conocer sus armonías. No sabemos, no intuimos y sobre todo no preguntamos, algo así como: ¿Qué te gusta más, bailar salsa o reggaetón?... No preguntamos, damos por hecho que podemos convivir, porque algo de ese ser nos llamó la atención. La armonía de pareja de esposos y de amantes, en la llamadita diaria, la invitada a bailar, la dormidita juntos en cucharita, como hermanitos, etc. La consonancia de los esposos como padres de familia, cenar con los niños, con la familia, las festividades, los amigos… ¿Cuánto tiempo después, de nuestra unión, podemos mantener un ritmo de pareja cuando se siguen otros ritmos… el laboral, el de los pasatiempos (lectura, entretenimientos…), etc.? La regularidad de los pensamientos que vagan de objeto en objeto, queremos hasta interpretar los pensamientos de otros. Hay ritmos nocturnos: los que en la noche escriben, leen, escuchan música… los búhos. Y los ritmos de los madrugadores: lo que se levantan a las cinco de la mañana a caminar, a regar las plantas, a meditar… las golondrinas. Desconocemos nuestros propios tic tac «me gustaría que en este momento escribiera, cuáles son sus ritmos, gustos y preferencias». De tal manera que cuando conformemos ese hogar, tendríamos que además de muebles, arriendos, comida, ropa, lo social, lo político, lo económico, también darnos cuenta ¿a qué ritmo vamos?... qué tal que él sea noctámbulo ¿y ella?

En las nubes cuando lloran… hay amores El ritmo engloba, nos hace entrar en sintonía con la naturaleza, con la creación y con nuestro cuerpo. Todo tiene una constancia… una continuidad… una disciplina… y un esfuerzo… La naturaleza misma nos enseña y nos recrea en esos ritmos, la luna sigue llamándose Lola, saliendo de noche, recordándonos entre las estrellas, entre sueños, sin abandonar su tarea. No quiere ser sol, es luna y además tiene sus propios ritmos, esos que nos acompañan en el transcurso de nuestro caminar. Recordemos que la luna tiene cuatro ciclos, me lo enseñó Carla mi profe de tangosalsa. Primero: cuarto creciente Doncella estamos en pre-ovulación, somos sociables, nuestra sexualidad será, juvenil, estaremos, radiantes, frescas, nuestro cuerpo tendrá sensualidad Segundo: luna llena Madre… periodo de ovulación, la mujer se dedica a entregar amor y a dar placer. Tercero: luna menguante mujer Hechicera es el periodo pre menstrual y la mujer busca el placer propio. Cuarto: luna nueva Bruja… es cuando no se ve la luna en el cielo, sucede durante la menstruación, es un momento de introspección. Observemos nuestro cuerpo en sones armónicos: entre el corazón y el intestino delgado… el pulmón y el intestino grueso… el hígado y la vesicular biliar… entre el bazo y el estómago… entre el riñón y la vejiga… ellos, órganos y entrañas conviven, se acoplan, nos mantienen y entretienen ellos… son uno solo… Identificando el ritmo en nuestra pareja ahorraríamos unos cuantos dolores: crisis de enfermedad, de separaciones y de muerte. Podemos permanecer vivos, pero no tenemos un ritmo armónico. Podemos seguir dormidos sin ritmo, o podemos en algún momento apreciar el ritmo y la belleza en cada uno de nosotros. Todo… todo hasta donde tengamos presente, tiene un ritmo, unos parámetros y compromisos; en las tareas en las que estamos inmersos, fusionados, en lo individual y en lo colectivo, estos componentes nos

permiten estar en un mutuo y permanente aprendizaje, hasta las piedras tienen ritmo, tardan millones de años, en gestar un diamante… di… ¡amante! Dependiendo de los ritmos nos va en el festejo. Claro, el dicho dice que a nadie le va igual en la misma fiesta, de acuerdo con el genio que tengamos… de los compromisos que no hemos cumplido… del vestido… pues al encuentro llegamos adornados de encajes y arandelas, que no nos permiten abrirnos a ese espacio. Representémoslo en un pequeño sainete: llegamos a la reunión, el anfitrión nos recrea con una puesta en escena alrededor de la danza árabe, mujeres y hombres serán vestidos de tules, velos, caderines, accesorios y nosotros nos tendremos que sumergir en ese escenario o irnos, así que por ahora asumimos «con los que se quedan» colores, sonidos, luces… fantasía que se conjuga. Salen las bailarinas, los invitados se recrean, adquieren una nueva sonrisa ¿de dónde sale tan hermosa y natural sonrisa?... ¿acaso de las entrañas?... La sonrisa cuando es sincera, nace de nuestro ser de nuestra propia danza. Con respecto a nuestra sensualidad, cada expresión es una danza, con esa plenitud se busca la belleza, se permite al ser redescubrirse y explorar en esos movimientos. En algunos momentos hasta la sangre hierve produciéndose un equilibrio de sangre y energía, que hace de ese ser una persona dinámica, con vida, con ganas de seguir adelante. La música, el baile, el compartir diario, como un movimiento permanente, permiten una expresión energética de nuestro sentir, para que las virtudes se expandan, produzcan alegría, enamoramiento, deleitándonos en la belleza de lo cotidiano. Con ello, estar permanentemente en armonía con el universo viendo en nosotros un eterno verso. Propongo la música y específicamente estos tres ritmos tan diferentes, para amenizar este recorrido de vivencias y relacionar como podemos coquetearnos a nosotros mismos, y a otros seres. Mezclo comidas, aportes y terapias como enlaces para poder dar cabida a temas cotidianos que me parece oportuno enfocar y relacionar, ya que desde mi percepción muchas veces no son claros.

En las nubes cuando lloran… hay amores

La danza árabe, el reggaetón, la salsa, para que desde estas tonadillas enfoquemos el enamoramiento, allí la danza y el cortejo se convierten en un ritual de diálogo.

Dancemos en el ritmo árabe, expresando lo femenino. Es esa mujer que se conoce, se recrea en el coqueteo de sí misma: hacia los demás, aportamos información al respecto con el fin de describir, animar y sugerir una propuesta sanadora.